CRÓNICAS DESDE EL ARCHIVO GENERAL
28 y 29 de marzo de 1965. (Celebración del 450 aniversario del nacimiento de Santa Teresa)
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P. Óscar I. Aparicio, Archivero General OCD | Roma-Italia (28-03-2013).- El día 28 de marzo de 1965, celebrando el 450 aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, fue presentado el libro, restaurado en Roma por el Instituto “Alfonso Gallo”, de la santa Madre, Camino de Perfección y el facsímil del autógrafo, que se conserva en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Valladolid.
La presentación del autógrafo y del facsímil se produjo en el aula magna del Teresianum. Estuvieron presentes los Cardenales, Cicognani, Secretario de Estado del Vaticano; Cento, Protector de la Orden; y Larraona, cardenal Prefecto de la Congregación de Ritos; el embajador de España ante la República Italiana, así como diversos generales de Órdenes religiosas: Carmelitas, Dominicos, Agustinos… El libro manuscrito de Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección, fue llevado en una bella procesión por el claustro del Teresianum y depositado en un lugar preferente del Aula Magna de la Facultad Pontificia Teológica de Espiritualidad.
Presentaron la restauración del autógrafo y del facsímil, el P. Finiano, rector del Teresianum; el P. Anastasio Ballestrero, Prepósito General de la Orden y el P. Tomás Álvarez, Decano de la Facultad, que pronunció una conferencia sobre las obras de la Santa Madre. Después de las sentidas gracias del P. General a todos los asistentes, se terminó el acto con un pequeño acto musical interpretado por los estudiantes carmelitas del Teresianum.
Al día siguiente, el 29 de marzo fue presentado el facsímil al Papa Pablo VI. Alrededor de 20 minutos duró la audiencia de los PP. Carmelitas con el Sumo Pontífice. Estuvieron presentes el P. General, el Rector del Teresianum y el Decano, entre otros frailes. Le entregaron como obsequio el primer libro de la edición facsímil del Camino de Perfección. El Santo Padre se interesó por la vida de la Orden, por su estado, por su vida de oración y pidió oraciones por el éxito del Concilio Vaticano II. Alabó la obra que le presentaron y pidió la protección de Santa Teresa, amén de agradecer a la Orden el obsequio de la obra teresiana.